La logística, la gestión del almacén y la tramitación de pedidos han experimentado muchos cambios en los últimos años, con una creciente demanda de eficiencia y productividad, hasta llegar actualmente a plazos de entrega de tan sólo dos horas. Por ello, estar al día de los nuevos procedimientos y adoptar las últimas tecnologías es esencial para las empresas que quieren seguir siendo competitivas y adaptarse a la nueva realidad.
Cuando se trata de aumentar la eficiencia y la productividad en la logística de almacenes, la automatización es una necesidad. La robótica de almacén es sin duda una tecnología que podemos definir como una palanca competitiva y, entre las diversas soluciones, los robots móviles autónomos (AMR) están demostrando ser de las más revolucionarias e innovadoras.
¿Qué son los robots móviles autónomos (AMR)?
Un robot móvil autónomo es cualquier robot capaz de desplazarse por su entorno sin necesidad de ser supervisado por un operador ni de seguir una trayectoria fija y predeterminada. Esto significa que es un robot muy sofisticado, capaz de entender su entorno gracias a la presencia de sensores que le permiten:
- Realizar su tarea de la forma más eficiente y con el recorrido más corto
- Evitar los obstáculos fijos (como edificios, estanterías, puestos de trabajo, etc.)
- Evitar los obstáculos móviles (como operadores, carretillas elevadoras, etc.).
Otras tecnologías utilizadas en la gestión de almacenes también realizan funciones similares (los vehículos de guiado automático AGV, por ejemplo), pero sólo los AMR ofrecen una flexibilidad que les permite elegir siempre la ruta mejor y más segura para realizar su tarea. Además, pueden cooperar con los operadores en las operaciones de picking y clasificación.
Gracias a la integración con los sistemas de control de almacenes, los robots móviles autónomos crean sus propias rutas y hacen que los procesos y flujos de trabajo sean más eficientes y productivos, realizando funciones como el transporte, la recogida, la entrega y el almacenamiento de mercancías y productos, incluso en los entornos menos saludables y peligrosos. Los AMR liberan a los operadores para que realicen funciones con mayor valor añadido y en condiciones más seguras.
Veamos qué tipos de robots móviles autónomos existen y cómo pueden utilizarse en el almacén.
Tipos de robots móviles autónomos según su función
Desde que fueron utilizados por primera vez por la NASA para la exploración espacial, los robots AMR se han convertido en un verdadero activo estratégico para la optimización de toda la cadena de suministro.
Por ello, se distinguen más por la función que desempeñan dentro del almacén que por su modelo. Encontramos, por tanto, principalmente 3 categorías de robots automáticos autónomos:
AMR para el transporte y la clasificación de mercancías en una instalación o almacén
El transporte, la clasificación y el traslado de productos y mercancías en una instalación son las primeras funciones que se automatizan en la medida de lo posible, ya que se trata de operaciones sin valor añadido que consumen recursos tanto de tiempo como de personal.
La automatización del transporte de productos libera al personal para que pueda centrarse en otras tareas más importantes sin tener que abandonar su puesto de trabajo, ya que los robots AMR lo hacen por ellos. Existen varias soluciones AMR para la manipulación de mercancías, como:
- Rodillos transportadores
- Bandejas basculantes
- Sistemas de correa transversal
Cada sistema ayuda a mejorar la eficiencia del almacén mediante la manipulación de productos y mercancías de diferentes pesos y formas, desde palets pesados hasta objetos pequeños.
AMR de apoyo al proceso de picking
La preparación de pedidos puede ser una de las actividades más caras de un almacén, no tanto porque requiera personal cualificado, sino por el tiempo que se tarda en desplazarse físicamente de un lugar a otro para recoger la mercancía.
En este sentido, los robots móviles autónomos permiten reducir considerablemente el tiempo de desplazamiento de una zona del almacén a otra para recoger los distintos artículos.
Las lógicas que se suelen aplicar al picking son:
- Picking por zonas: Cada operador encargado del picking tiene asignada una zona del almacén donde se encuentra la mercancía. Los robots AMR, equipados con una interfaz que contiene la información del pedido, se desplazan entre las distintas zonas del almacén con un contenedor donde los operadores colocan los artículos indicados en la interfaz. Una vez que el robot ha recogido todos los artículos del pedido en las distintas zonas del almacén, se desplaza a la zona de embalaje, consolidación o envío. Esta lógica de picking permite al centro de distribución gestionar y completar un gran número de pedidos al mismo tiempo, por lo que es excelente para el comercio electrónico, por ejemplo.
- Picking goods-to-person (producto al hombre o producto a persona): En el picking por zonas se sigue perdiendo un mínimo de tiempo, ya que el operador del almacén tiene que buscar los artículos en las estanterías. Con la lógica de G2P (producto a persona), este tiempo de inactividad se reduce aún más. De hecho, al operador se le asigna un puesto de picking para preparar el pedido y los robots AMR se mueven entre las estanterías, identificando con precisión aquella en la que se encuentra el artículo que el operador necesita. A continuación, la estantería con el artículo correspondiente se acerca al operador, que simplemente lo introduce en el pedido que se está preparando.
El picking también puede automatizarse al 100% integrando los robots AMR con almacenes automáticos con bandejas. De hecho, los robots móviles autónomos pueden comunicarse directamente con el almacén y solicitar el producto durante el recorrido que realizan. De este modo, cuando el AMR llegue a la bahía de descarga/carga, el producto ya está listo para ser recogido y la operación se confirma mediante la lectura del código de barras cerca de la bahía.
AMR de apoyo a las operaciones de inventario
La gestión de un gran centro de distribución o almacén implica necesariamente otro proceso que consume recursos en términos de tiempo y personal: el inventario. Conocer en tiempo real la cantidad de producto almacenado, repuesto, expedido y recogido es vital para minimizar errores operativos y paradas de trabajo.
También en este caso, los robots móviles autónomos pueden resultar un excelente aliado, sustituyendo al personal designado para las acciones más complejas de transporte y manipulación de mercancías. Los AMR, integrados en el sistema de gestión de almacenes, permiten automatizar el proceso de inventario, reduciendo drásticamente el tiempo necesario para esta fase y optimizando así la productividad y la precisión en el procesamiento de los pedidos.
Tampoco es raro que la gestión de inventarios se realice combinando soluciones automatizadas específicas, por ejemplo la tecnología RFID (y portales RFID para el reconocimiento de mercancías y productos) y AMR para la manipulación de mercancías (incluso palets enteros o estanterías).
Las ventajas de los robots móviles autónomos para los centros de distribución y los almacenes
Dentro de un centro de distribución o un almacén, la fase de picking (de preparación de pedidos) es uno de los elementos más importantes y útiles para evaluar la productividad de todo el proceso logístico. Los AMR aumentan significativamente la velocidad de este paso, lo que hace que se procesen más pedidos en una hora, utilizando menos personal.
Un operador de picking asistido por un robot AMR puede duplicar su productividad.
Por tanto, podemos resumir las ventajas de adoptar robots móviles autónomos en los almacenes de la siguiente manera:
- Reducción de los costes de personal
- Aumento de la productividad del personal
- Mayor capacidad de procesamiento de pedidos
- Reducción de los errores en la preparación de los pedidos y, por tanto, de las devoluciones
- Mayor seguridad para el personal, ya que los AMR se ocupan de las operaciones más exigentes desde el punto de vista físico y pueden acceder a zonas peligrosas o insalubres.